¿Qué es un ecosistema?
Un ecosistema es un área geográfica donde las plantas, los animales y otros organismos, así como el clima y el paisaje, trabajan juntos para formar una burbuja de vida.
Los ecosistemas contienen partes bióticas o vivas, así como factores abióticos, o partes no vivas. Los factores bióticos incluyen plantas, animales y otros organismos. Los factores abióticos son las rocas, la temperatura y la humedad.
Cada factor de un ecosistema depende de todos los demás factores, ya sea directa o indirectamente. Un cambio en la temperatura de un ecosistema suele afectar a las plantas que crecen en él. Por ejemplo, los animales que dependen de las plantas para alimentarse y refugiarse tendrán que adaptarse a los cambios, trasladarse a otro ecosistema o perecer.
¿Conoces las características comunes de los animales y las plantas?
Los ecosistemas pueden ser muy grandes o muy pequeños. Las charcas de marea, los estanques que deja el océano al bajar la marea, son ecosistemas completos y diminutos.
Los estanques de marea contienen algas marinas, que utilizan la fotosíntesis para crear alimento. Los herbívoros, como el abulón, se alimentan de las algas. Los carnívoros, como las estrellas de mar, se alimentan de otros animales de la poza, como las almejas o los mejillones.
Las piscinas de marea dependen del nivel cambiante del agua del océano. Algunos organismos, como las algas, prosperan en un entorno acuático, cuando la marea sube y la piscina está llena.
Otros organismos, como los cangrejos ermitaños, no pueden vivir bajo el agua y dependen de las charcas poco profundas que dejan las mareas bajas. De este modo, las partes bióticas del ecosistema dependen de los factores abióticos.
Toda la superficie de la Tierra es una serie de ecosistemas conectados. Los ecosistemas suelen estar conectados en un bioma mayor. Los biomas son grandes secciones de tierra, mar o atmósfera. Los bosques, los estanques, los arrecifes y la tundra son todos tipos de biomas, por ejemplo. Están organizados de forma muy general, en función de los tipos de plantas y animales que viven en ellos.
Dentro de cada bosque, cada estanque, cada arrecife o cada sección de tundra, encontrarás muchos ecosistemas diferentes.
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El bioma del desierto del Sahara, por ejemplo, incluye una gran variedad de ecosistemas. El clima árido y el calor caracterizan el bioma.
Dentro del Sahara hay ecosistemas de oasis, que tienen palmeras datileras, agua dulce y animales como los cocodrilos. El Sáhara también cuenta con ecosistemas de dunas, cuyo paisaje cambiante está determinado por el viento.
Los organismos de estos ecosistemas, como las serpientes o los escorpiones, deben ser capaces de sobrevivir en las dunas durante largos periodos de tiempo. El Sáhara incluye incluso un entorno marino, donde el océano Atlántico crea nieblas frías en la costa noroeste de África. En este ecosistema del Sahara viven arbustos y animales que se alimentan de pequeños árboles, como las cabras.
Incluso biomas que parecen similares pueden tener ecosistemas completamente diferentes. El bioma del desierto del Sahara, por ejemplo, es muy diferente del bioma del desierto de Gobi, en Mongolia y China. El Gobi es un desierto frío, con frecuentes nevadas y temperaturas bajo cero.
A diferencia del Sáhara, el Gobi no tiene ecosistemas basados en la arena, sino en kilómetros de roca desnuda. Algunas hierbas son capaces de crecer en el clima frío y seco. Por ello, estos ecosistemas del Gobi cuentan con animales de pastoreo como las gacelas e incluso el takhi, una especie de caballo salvaje en peligro de extinción.
Incluso los ecosistemas desérticos fríos del Gobi son distintos de los ecosistemas desérticos helados de la Antártida. La gruesa capa de hielo de la Antártida cubre un continente formado casi en su totalidad por roca seca y desnuda. En este ecosistema desértico sólo crecen unos pocos musgos que sustentan a unas pocas aves, como los skuas.
